lunes, 13 de diciembre de 2010

Justo a tiempo

Pocos son los artistas que tras dos décadas de carrera sacan su mejor placa de estudio. Judas Priest en el Metal podrían adjuticarse la mención gracias a "Painkiller" (1990), pero sin dudas que Lucinda Williams con "Car Wheels on a Gravel Road" (1998) es el ejemplo que calza como anillo al dedo.

Seis años se tomó Lucinda desde "Sweet Old World" para parir esta gema. En el medio se deshizo de Gurf Morlix, su productor, guitarrista y eterno colaborador, con quien había iniciado el proceso compositivo para luego deshacerlo completamente. Lucinda sobrepasó este mal trago perfeccionando su pluma y los resultados están a la vista: "Car Wheels on a Gravel Road" es una placa equilibrada, climática, donde la voz de Lucinda suena más cristalina y al frente que nunca, navegando en ese reposado mar de bellezas Folk y Country. Las colaboraciones de expertos en la materia como Steve Earle y Emmylou Harris no hacen más que realzar el resultado final, transformando a la placa como un verdadero clásico de fines de los noventas. Como leí por ahí, Lucinda puede que no sea una de las compositoras más prolíficas de la década, pero seguramente es de las más brillantes.

4 comentarios:

LaPosta2007.blogspot.com dijo...

yo sé que no podés defraudar a tus eruditos lectores pero estoy esperando un poco de conventillo. Algo sobre la inmortalidad de maicol, la sexualidad de iorio o el maxikiosco de león gieco.
Saludos y como siempre, perdón por el oftopic.

Astilla Dominguez dijo...

Qué bueno ver que hayas pasado por acá! La verdad que no sos el primero en reclamar temas más punzantes, así que simplemente dame tiempo. Es un blog en desarrollo, ni siquiera sé bien cómo se usa, así que en unas semanas se viene algo de conventillo, jajaja! Los tópicos que vos proponés son para conversaciones de café como las que tenemos nosotros, voy a ver si consigo alguna prueba contundente para respaldar mis dichos. Salud!

la javanaise dijo...

queremos al astilla genuino y picante!!!!

Astilla Dominguez dijo...

Mucha presión, jaja!