Hace mucho
que no concurría a dos recitales en la misma noche. Tanto como hace… mucho. Los
últimos que se me vienen a la mente son Rammstein en Racing pegadito de John
Corabi en el Roxy de los Arcos, pero seguro que mucho más acá en el tiempo tuve
otro doblete. Como sea, el sábado 18 de abril volví a presenciar dos shows:
primero, Violator en el Asbury de Flores y luego Sick Porky en el Roxy de
Palermo.
Sé poco y
nada de Violator salvo lo que me cuentan mis amigos. Y justamente uno de ellos,
Hugo García, fue nuevamente promotor de una visita de los brasileños. Como
aquella primera visita a Capital Federal de agosto de 2013 (donde oficié de DJ
invitado), esta vez volví a decir presente. Violator no figura ni por asomo
dentro de mis 100 bandas favoritas pero lo que hacen, lo hacen bien: un thrash
vieja usanza que no da respiro, pero que tampoco tiene matices. Para algunos,
es un síntoma del no “transar”; para otros -me incluyo-, la falta de rebajes
provoca dolores de cabeza.
Del Asbury
me fui para el Roxy, previa cena en El Imperio de la Pizza, para ver a los Sick
Porky. Tampoco recuerdo cuántas veces vi en vivo a los chanchos pero puedo
garantizar que fueron muchas. Tenía
muchas ganas de volver a verlos: “LosDescarnados” fue mi disco de 2014 y desde que cambiaron de baterista (por
segunda vez en el año) no había tenido la oportunidad. Un set medianamente
corto pero efectivo, en el que fueron a los bifes desde el comienzo. Para mí
siempre están para cosas más grandes, por virtudes propias como la composición
(suenan cada vez más personales) y por la voz de Carlos, única en su especie.
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