miércoles, 12 de junio de 2013

El vinilo del mes: Turbonegro "Scandinavian Leather"

¿Qué puedo decir sobre Turbonegro? ¡Toco en el Turbobardo, una banda tributo, creo que ya está todo dicho! Sin embargo voy a hacer el esfuerzo y comentarles mis impresiones acerca de este disco.

Comienzos de la década del 2000, la leyenda de Turbonegro se había esparcido alrededor del mundo. Su nombre era mencionado por artistas de los "consagrados" y el tributo "Alpha Motherfuckers" había agigantado su mito. ¿Y los Turbo en qué andaban? Separados. Sí, separados. Tras aquel brillante e IMPRESCINDIBLE "Apocalypse Dudes" (1998), el combo se sumergió en un tour europeo que no pudieron culminar debido a las adicciones del cantante Hank von Helvete, que tras un show en Milán fue internado en un neuro psiquiátrico. Brillante.

Para 2002, Hank se libró de sus demonios internos y el sexteto retomó su andar, principalmente en festivales europeos (chequear el documental "Reserection"). Un nuevo material de estudio se hacía rogar y así llegó a "Scandinavian Leather" (2003). "Scandinavian..." es el sucesor natural de "Apocalypse...", donde todos los aciertos están potenciados. Sonoramente, gracias al enorme trabajo de Joe Barresi (QOTSA, Kyuss, Tool) en la mezcla. Artísticamente, merced al genio de Klaus Voorman, responsable de portadas tan clásicas y definitorias como "Revolver" de los Beatles, y que fue bajista, entre otros álbumes, de "Imagine" de un tal John Lennon. Y las canciones... ¡la gran siete, qué buenas que son! "Scandinavian..." es una especie de cierre para la trilogía iniciada por "Ass Cobra" y además de ser muy decoroso, es el último gran disco editado por los noruegos.

La intro es magnánima, mete cagazo y misterio a la vez, y "Wipe It 'till It Bleeds" tiene todos los patrones de Turbo, con un riff desquiciado y un coro para corear eternamente. Pero la placa arranca de verdad con la furiosa "Gimme Some", en la que Euroboy demuestra todo su talento como guitarrista líder. "Turbonegro Must Be Destroyed" pudo haber sido compuesta y ejecutada por los Ramones mismos y le da lugar a uno de los temas claves de este álbum: "Sell Your Body (to the Night)". En este track, además de recibirse de eximios compositores, recurrren a una característica inherente al conjunto: la insinuación.

La segunda mitad no es tan consistente como la inicial pero es imposible pasar por alto algunas perlitas. "Train of Flesh" es la primera de ellas; un inicio que no dice mucho te sumerge en una melodía pegadiza que culmina con un final brillante (de los mejores de su carrera) que enlaza directamente con otro de los grandes momentos: "Fuck the World (F.T.W.)", en el que literalmente se garchan al mundo. Es sabido que a los Turbo les gusta referenciar a otros grupos con sutiles citas musicales, por eso sorprende que el estribillo de "Drenched in Blood (D.I.B.)" sea un afano tan descarado a "Just in Lust" de los Wildhearts. Pero bueno, se lo perdonamos. "Ride With Us" (un himno dedicado a la Turbojugend, una especia de Kiss Army nórdica) cierra la placa con una garra que deja con ganas de más.

Como data adicional, se puede mencionar que el sello argentino Pinhead había contemplado realizar una edición local del disco e incluso imprimeron calcomanías promocionales con la imagen de la tapa (las que me habían enviado en su momento) pero finalmente se abortaron los planes. El vinilito me lo consiguió mi amigo Rodrigo. ¿Mi CD? Se habrá perdido por ahí, sólo me quedó la cajita con la tapa y contratapa.

2 comentarios:

ultravivido dijo...

Joya de la literatura rewistica de discos papá!

Astilla Dominguez dijo...

Jajajajajaja!!!! Cómo te quiero!!!