lunes, 11 de marzo de 2013

St. Paulín

New York no es la única ciudad en poseer su lugar emblemático de sandwiches. Si alguna vez andás por el centro de Buenos Aires, a metros nomás de Av. Corrientes y Florida se erige un lugar tan clásico como pintoresco para almorzar al paso: Café Paulín.

Ubicado en Sarmiento 635, Paulín es un abismo dentro de la apatía culinaria del microcentro. Inaugurado a fines de la década del '80, el primer encanto se genera visualmente gracias a la barra de madera y mármol que separa la distribución de las banquetas del diminuto lugar, por la que vuelan -literalmente- los pedidos (en sus respectivos platos) de una punta a la otra. Conseguir lugar es toda una proesa ya que los oficinistas se desesperan por ingresar, por ende lo más conveniente es llegar entre las 12:30 y las 13 o directamente después de las 15.

Ojo: las porciones son abundantes y se recomiendan acompañarlos con una cerveza bien fría. ¿Mis preferidos? Empanada de calamar, el "americano" (jamón, queso, tomate y huevo en pan árabe tostado) y el sandwich  de pepino, leberwust y queso en pan de miga negro: una delicia. A pesar de que el fuerte son los sandwiches (que se pueden mezclar tal como se te vengan a la mente, con una gran variedad de panes) en la carta también se pueden encontrar tartas, milangas y postres tentadores. El lugar cuenta con dos nuevas sucursales (San Martín entre Lavalle y Tucumán y Rivadavia entre Esmeralda y Suipacha) que mantienen su espíritu y fueron inauguradas la venta de la licencia de parte del dueño original. 

Sin embargo, un aspecto a mejorar son los precios. ¿50 pesos por un sandwich de jamón y queso y una gaseosa? Quizá se los haya comido un poco el personaje pero vale para la anécdota.

6 comentarios:

Jesucristo dijo...

Sr. Astilla,ya que veo que conoce acerca de restaurantes/pizzerias/etc,cual es su opinion (si tiene alguna,claro) de "El Imperio de La Pizza" de Lacroze? Saludos cordiales,el blog una masa.

Astilla Dominguez dijo...

El Imperio va a tener su entrada correspondiente. Es un clásico, a mí me gusta, y me vas a ver en el mostrador bastante seguido. A pesar de lo que digo acá (http://elcopetindeastilla.blogspot.com.ar/2011/08/ya-no-es-lo-que-era.html) volví a darle otra oportunidad a su vecino, Santa María. Un abrazo!

la javanaise dijo...

qué decir de paulín que no se haya dicho antes o en esta brillante entrada?
si bien el nivel bajo un poquito o falta de vez en cuando algún sandwich esencial, sin dudas que es la "sanguchería" porteña por excelencia y hay que decirlo, nos ha dado felicidad en casi todas nuestras visitas.
enhorabuena amigo paulín!

Astilla Dominguez dijo...

Este post no hubiera sido lo mismo sin su soberbio comentario, Mr. Javanaise. Un afectuoso saludo.

ultravivido dijo...

Faltó una mención para la copada atención de los mozos de Paulín, que bien se ganan sus tips. Abrazo paulinesco!

Astilla Dominguez dijo...

Cierto! Pero a veces abusan y no entienden de humores. Zoabra!