martes, 13 de marzo de 2012

Batata ör Die!

En las inmediaciones de las calles de Floresta, sobre la clásica avenida Gaona, se encuentra uno de los secretos mejores guardados de la Ciudad de Buenos Aires. Lleva por nombre La Cocina de Batata's y se  autoproclama como "el rey de la carne al horno", un título que a priori suena ostentoso pero que tienen el placer de honrar.

Llegué a los sabores de Batata's de la mano de un amigo que maneja mucha data culinaria, aunque hacía mucho que no se destapaba con un pleno como este. La Cocina de Batata's cuenta con una ambientación más bien discreta, con una singular decoración que deja lugar a íconos culturales (cuadros de Sandro, Olmedo y Gardel se entremezclan con afiches de Rod Stewart y distintas referencias a los Rolling Stones) sin olvidar a marcas tradicionales con su respectivas publicidades de época y un vistoso teléfono público naranja que sigue en funcionamiento. En rigor de verdad, si pasás caminando por la puerta no hay indicios que despierten tu atención: a la izquierda se ubica una barra desde donde se despachan pedidos a domicilio y la pizarra anuncia los platos del día con desopilante creatividad. Sin dudas, lo fuerte está en el salón.

En Batata's, la carta es escueta pero efectiva y además de la carne también se distinguen el pollo con papas fritas y las -exquisitas- pastas, que merecen su degustación. Pero claro, es inevitable estar en sus instalaciones y evitar pedir la carne al horno con papas. Como entrada se recomienda la provoleta, abundante, como para compartir y bien crocante. Con el plato de carne sobre la mesa, el slogan no falla: Batata's es, sin ningún tipo de dudas, el verdadero "rey de la carne". En mi vida había probado una carne tan suave, tierna, que se deshace con el simple toque del tenedor, con un aroma único y una cocción que se niega a ser compartida. Porque sí, no deja de ser un trozo de carne que hemos comido mil y una vez pero en Batata's cobra otra dimensión. Es un viaje culinario, dominado por la fantasía y el placer. Para colmo, las cebollas tienen ese no sé qué que lo hace pelear para el campeonato mundial. Creánme, nunca han probado carne si no fueron a Batata's.

Tal vez porque su cocina emana cariño -cocina el propio Batata-, o porque la sensación de estar en el living de tu casa se hace constantemente presente, lo cierto es que pocas veces uno degusta semejante manjar. Las papas y las batatas no hacen más que realzar el sabor único de una carne rebozada por una deliciosa cebolla y un suave jugo que indefectiblemente plantea un sólo interrogante: ¿cuándo volvemos?

2 comentarios:

Leo dijo...

Volvamos cuando quieras, papa !
Solo hay que poner dia.

la javanaise dijo...

clap! clap! clap! clap! (aplausos!)