El viaje de ida fue lo más: la hermana de Chuyo (unos años mayor que nosotros) puso en el pasacasetes una y otra vez "Loco Live" de los Ramones y "Live" de AC/DC, dos discos en vivo inmensamente populares para la época. Yo me había comprado la Kerrang! española número 2 (con Metallica en la portada) para matizar los momentos de lectura. Un año antes, había comenzado a escuchar música Rock y Heavy Metal y me empababa de cualquier publicación afín o que tuviera algo relacionado con el género: Heavy Rock, Madhouse, Rock and Pop, Metal, Rock Power, la mencionada Kerrang!, etcétera. Estaba dando mis primeros pasos, sí, pero a pasos acelerados.
Volviendo a Gesell, caminando por la Avenida 3 vi una disquería y me volvió el alma al cuerpo. Los precios eran elevados, es cierto, pero el material abundaba. No sé por qué pero por aquél entonces encontraba más variedad en las disquerías del interior que en las de Capital. Revisé, pregunté y sobre el mostrador ahí estaba, esperándome, el casete de "No More Tears" de Ozzy Osbourne. A Ozzy lo re tenía de nombre, porque además de haber leído sobre su leyenda en todas las revistas que consumía, tenía muy presente el afiche promocional del disco, aquel legendario tour que contó como banda telonera a Love/Hate (a quienes conocería unos meses más tarde). No había dudas: debía ser mío.
Como muchos de los chicos de aquella generación, contaba con walkman, que había llevado conmigo. Me lo habían regalado mis padres y, con total franqueza, no había elegido el modelo más copado, pero su diseño (exótico, símil CD) inexplicablemente lo puso por delante en mi consideración por sobre un Sony. Fue sólo presionar play: el tecladito macabro se asomó por los auriculares y listo, quedé encandilado.
"No More Tears" suena pesado, fuerte, pero con un toque rockero y con estribillos pegadizos, con puentes gancheros. ¿Y las letras? Me encantan las letras autorreferenciales de Ozzy, me dan ternura. El tipo no teme admitir todas las cagadas que se mandó, celebrando estar vivo para contarlo. Es cierto que en algunas le dio una mano su amigo Lemmy, pero a mí me gusta pensar que son todas autorías del gordo (Lemmy sí le compuso "Hellraiser", que también grabó con Motörhead para "March Ör Die": las dos versiones me parecen buenísimas). En la foto del booklet aparece como bajista un púber Mike Inez aunque lo cierto es que el histórico Bob Daisley se encargó de todos los bajos. Bob no es un pájaro de mal agüero y la tiene re-clara, su bajo suena con cuerpo (se me ocurre que habrá sido un Precision lindo, de esos viejos, de los setentas) y se ensambla a la perfección con el entrañable Randy Castillo, que pasa casi desapercibido pero se manda arreglos muy copados. Claro que luego de Ozz, el héroe de esta placa se llama Zakk Wylde, que acá saca chapa de compositor e incluye muchos toques que iría repitiendo a lo largo de su carrera (esa faceta Country que no ocultó en Pride & Glory). Para la producción se habían contemplados nombres como el de Rick Rubin, pero luego de infructuosas sesiones se llegó a la conclusión de que no pegaba con la onda. Por eso el trabajo de John Purdell no puede dejarse de lado: el tipo logró que todas las buenas intenciones sean ataques certeros.
Amo este disco. Pero lo amo con pasión eh. Entiendo que Ozzy tiene al menos dos discos que lo pasan por arriba ("Blizzard of Ozz" y "Diary of a Madman", queda claro) pero este es mi favorito. Porque fue el primero que escuché. Porque lo escuché hasta gastarlo porque la palabra hartazgo aquí no aplica. Porque el video de "No More Tears" me hace acordar al juego VidGrid (¿lo tienen?). Porque toda mi vida estuve intentando tocarlo en guitarra y aunque aún sigo intentando, sus riffs me parecen de lo más poderoso que haya parido el Heavy Rock. Porque tiene baladas que me ponen la piel de gallina. Porque incluso los temas que no fueron corte de difusión la-gas-tan. Porque no me compré la reedición con bonus y toda la historieta: para mí, este es el disco, fue pensado así y así tiene que ser.
Y así llegué a Ozzy. Incluso antes de Black Sabbath.

Amo este disco. Pero lo amo con pasión eh. Entiendo que Ozzy tiene al menos dos discos que lo pasan por arriba ("Blizzard of Ozz" y "Diary of a Madman", queda claro) pero este es mi favorito. Porque fue el primero que escuché. Porque lo escuché hasta gastarlo porque la palabra hartazgo aquí no aplica. Porque el video de "No More Tears" me hace acordar al juego VidGrid (¿lo tienen?). Porque toda mi vida estuve intentando tocarlo en guitarra y aunque aún sigo intentando, sus riffs me parecen de lo más poderoso que haya parido el Heavy Rock. Porque tiene baladas que me ponen la piel de gallina. Porque incluso los temas que no fueron corte de difusión la-gas-tan. Porque no me compré la reedición con bonus y toda la historieta: para mí, este es el disco, fue pensado así y así tiene que ser.
Y así llegué a Ozzy. Incluso antes de Black Sabbath.
11 comentarios:
Bardo vacacional preadolescente en Villa Gessell del '93. Sillas que volaban y una remera de pepsi, todavía temprano para los primeros escabios de bolskaya. Lindo recuerdo, Astilla. Me pegaste nostalgia.
Todavía conservo, en alguna caja de zapatillas semiderruída y archivada quien sabe donde, a Apetite for destruction, mi primer cassette original, comprando en ese mismo verano.
Que vuelva la alegría al cuerpo. Épicas vacaciones, recuerdo cuando te compraste tu Appetite. Buscalo bien, al menos para tenerlo como objeto de diseño. Pero no comprado en el Mercado de las Pulgas.
Discazo. El ultimo disco de Ozzy al que le di bola.
Un tapado ? "I don't want to change the world".
Abrazo.
Te parece un tapado??? Para mí el tapado es "S.I.N.". Sin dudas, el último disco IMPRESCINDIBLE de Ozzy.
Me emocionaste, cabrón. Una gran reseña para uno de mis discos favoritos de Ozzy (el otro podría ser "Diary..."). Abrazo
Me dejaste sin palabras. Un enorme abrazo!
Gran disco.
Por tus referencias deduzco que año más año menos tenemos la misma edad, pero mi descubrimiento de Ozzy fue un poco más tardío. Yo por esos años también estaba loco por el Live de AC/DC (¡la versión de Heatseeker es 80 mil veces mejor que la del papelón de Blow Up...!), aunque ya empezaba a completar mi colección de Floyd, que sí, tuve que re-comprar a medio camino entre los remasters de 1997 y los del anteaño pasado.
A Ozzy lo descubro en el verano de 1997 que con mis amigos pasamos en una quinta. Todo el puto día con Ozzmosis, No More Tears, creo que también el disco en vivo (¿Live & Loud era?) pero también con Primus, B-52's, yo llevé a Soda Stereo y algún improvisado el de No Doubt (la de Gwen Stefani fue la única imagen femenina que vimos en una semana...).
Llegué a odiarlo. Esa vocecita... pero lo primero que hice al llegar a la ciudad fue ir por Blizzard.
La producción, todo, es muy 90. Algo sobreproducido para mi gusto. Pero tiene temazos. Y es una puesta que le hace justicia a Ozzy, que con este disco estaba de regreso
Es cierto: venía de algunos discos flojos, aunque siempre tira alguna magia el Gordo. Y qué lindo que haya anécdotas de esta naturaleza que lo involucren. Su carisma, claramente, está un paso por delante de competidores y envidiosos.
Colega Astilla,gran post y muy emotivo,aprovecho para felicitarlo por su gran columna en la revista Jedbangers de este mes,también muy emotiva por cierto.
Acá lo saluda el colega Jesucristo.
PD: Espero con ansias su "review" del Imperio de La Pizza!
Muchas gracias por las palabras! Tomo nota del pedido, hace tiempo quiero hacer algo con eso pero bueno, hay que encontrar el momento, ja! Fuerte abrazo!
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