En pleno auge de la descarga digital y gratuita, los emblemas del Metal tuvieron una idea tan simple como efectiva: llevar a la pantalla grande la intimidad de su accionar. Primero fue Metallica con "Some Kind of Monster", musa inspiradora para Iron Maiden y su su merecido "Flight 666".
A diferencia de los cuatro jinetes, Maiden no centra su rodaje en sus miserias personales. Como británicos de ley, prefieren mostrar su faceta más cerebral, en lo que tal vez sea el mejor momento de su carrera. ¿Cómo es esto? Aunque resulte difícil de creer, Iron Maiden goza hoy en día de mayor popularidad que durante aquel primer lustro glorioso iniciado a partir de su debut discográfico ("Iron Maiden", 1980) finalizado con uno de los mejores discos en vivo de todos los tiempos ("Live After Death", 1985). En la actualidad, la propuesta de los británicos es más global que nunca y qué mejor que reflejarlo contratando los servicios del cineasta Sam Dunn. Sam es un antropólogo canadiense que saltó a la fama gracias a dos documentales acerca del mundo metalero, "Metal: A Headbanger's Journey" y "Global Metal", que en su esencia revisitan cómo viven el género distintas poblaciones con sus distintos regímenes religiosos, culturales y demases, con un preciso dominio de género y, principalmente, con una soltura que incluso entretiene a quienes no estén empapados en la materia.
Dunn es el encargado de filmar una proesa épica en la historia de la Doncella: el primer viaje llevado a cabo sobre un avión propio piloteado por el mismísimo Bruce Dickinson, en el marco de la gira "Somewhere Back in Time", que repasó los éxitos del sexteto. Las razones de semejante idea resultan sencillas en boca de los protagonistas ("nos preguntábamos de qué manera podíamos matar el tiempo muerto en las giras") pero gracias a la aguda precisión del director queda claro que en el planeta Maiden lo imposible resulta posible con una claridad digna de los grandes. Así, nuestros ojos son testigos del viaje que le demandó seis semanas y un total de sesenta mil kilómetros -con presentaciones en la India, Australia, Japón, Estados Unidos, Canadá, Centroamérica y Sudamérica-, donde vemos cómo mata el tiempo el sexteto (el golf y el tenis pican en punta), con un análisis pormenorizado de la personalidad de cada uno, barnizado por opiniones de los mismos integrantes más efusivas muestras de cariño de parte de sus fans. Y por lo que nos enteramos, las desmedidas muestras de fanatismo de los porteños no cayeron bien en los Maiden, que según dicen "es molesto cuando los fans no entienden que venimos de un viaje y con la diferencia horaria a cuestas".
Entretenido aunque por demás extenso, el film se torna fundamental para aquellos que están en el metal y aledaños, resaltando la tenacidad y consistencia de un grupo único e irrepetible, más allá de gustos musicales.
Dunn es el encargado de filmar una proesa épica en la historia de la Doncella: el primer viaje llevado a cabo sobre un avión propio piloteado por el mismísimo Bruce Dickinson, en el marco de la gira "Somewhere Back in Time", que repasó los éxitos del sexteto. Las razones de semejante idea resultan sencillas en boca de los protagonistas ("nos preguntábamos de qué manera podíamos matar el tiempo muerto en las giras") pero gracias a la aguda precisión del director queda claro que en el planeta Maiden lo imposible resulta posible con una claridad digna de los grandes. Así, nuestros ojos son testigos del viaje que le demandó seis semanas y un total de sesenta mil kilómetros -con presentaciones en la India, Australia, Japón, Estados Unidos, Canadá, Centroamérica y Sudamérica-, donde vemos cómo mata el tiempo el sexteto (el golf y el tenis pican en punta), con un análisis pormenorizado de la personalidad de cada uno, barnizado por opiniones de los mismos integrantes más efusivas muestras de cariño de parte de sus fans. Y por lo que nos enteramos, las desmedidas muestras de fanatismo de los porteños no cayeron bien en los Maiden, que según dicen "es molesto cuando los fans no entienden que venimos de un viaje y con la diferencia horaria a cuestas".
Entretenido aunque por demás extenso, el film se torna fundamental para aquellos que están en el metal y aledaños, resaltando la tenacidad y consistencia de un grupo único e irrepetible, más allá de gustos musicales.
2 comentarios:
qué vuelvan los post de las botas!!! ese si que estaba bueno...
El Copetín es un espacio abierto que responde a humores. Al mío, por supuesto.
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