Power Pop. Melodías contagiosas, armonías vocales sofisticadas, arreglos sutiles y grandes riffs. Teenage Fanclub en todo su esplendor.
Influenciados en partes iguales por los Beatles, Big Star, The Byrds, Dinosaur Jr. y Sonic Youth, los escoceses ya se habían mostrado como una banda anacrónica con sus dos primeras placas de estudio. Pero “Bandwagonesque” (1991) fue la perfección total de su fórmula y significó un antes y un después para la carrera del cuarteto.
Situémonos en la época: Nirvana estallaba a ambos lados del Océano con “Nevermind” y su angustia adolescente, Metallica reformulaba una fórmula pronta a agotarse con el “Black Album”, My Bloody Valentine mostrabas todas las propiedades de una guitarra distorsionada con “Loveless”, los Red Hot Chili Peppers inundaban las FM’s con el single “Under The Bridge”, R.E.M. abandonaban su status de baluartes del Indie con “Losing My Religion” y los “Use Your Illusion” encumbraban a los Guns N’ Roses como la banda número uno del mundo. En medio de semejante panorama, los Teenage Fanclub intentaban cristalizar su propuesta con un recurso simple, efectivo y envidiable: sus canciones.
“Bandwagonesque” no sólo es uno de mis discos favoritos: será tu próximo disco favorito si aún no lo escuchaste. Las composiciones del brillante tándem compositivo conformado por Norman Blake (voz y guitarra) y Gerard Love (voz y bajo) endulzan los oídos gradualmente y pegan donde hay que pegar. Tras la inicial “The Concept” (de seis minutos de duración) se le pega “Satan” (de tan sólo dura un minuto) que más allá de su título burlón, deja en claro que los Teenage Fanclub son incapaces de componer una melodía mala aunque sus vida corra riesgo. Mención de honor para “What Yo Do To Me”, de las melodías más dulces que mi cerebro haya registrado.
Aunque parezca un despropósito, la revista norteamericana Spin ubicó a “Bandwagonesque” como placa del año, por encima del exitosísimo “Nevermind”. Y aunque cueste creerlo, el inescrupuloso Gene Simmons (bajista y cantante de Kiss) le entabló una demanda judicial al sello discográfico argumentando que la bolsa de dinero con el símbolo del dólar había sido registrado anteriormente por él, por lo que obtuvo un cheque a su nombre en compensación.
Datos de colores que ilustran una placa única, irrepetible y fantástica de principio a fin.
6 comentarios:
Bien por Mr. Simmons !!! Fue una buena leccion para todas estas banditas indies que se quisieron colgar de su........lenguita.
De esa lengua muchos fans han de querer colgarse...
Lo voy a escuchar chabon,segui recomendando magias,se agradece
Buenísimo que haya servido para algo. Vamos a ver como sigue esto. Saludos!
Los banco a morir!!!Teenage Fanclub siempre estuvieron del lado Beatle de la vida. Salud!
Exacto. Pero yo también banco a morir a los grupos que estuvieron de lado Stone de la vida eh!
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