Adiós, Mike

Eran casi las 21hs cuando mi celular sonó incesantemente. Del otro lado, la voz de un amigo denotaba inseguridad, dolor, el tono característico de una persona que no sabe cómo decir algo que sabe va a doler. Supuse que su titubeo se debía a que estaba a punto de expulsarme del equipo de fútbol al cual me sumé a último momento. Apenas solté un “estoy prendiendo la compu. ¿No querés hablar por chat?” para descomprimir la situación. Ante la negativa, no hubo más remedio que ir al objetivo de la comunicación. “Nene, murió Mike Starr” me informó fríamente, al tanto de que estaba a punto de provocar una profunda tristeza en mi ser.

Para quienes no sepan, Mike Starr fue el bajista de Alice In Chains desde sus comienzos hasta el año 1993. A partir de entonces, su vida deambuló entre el anonimato, la poca actividad musical y una adicción terminal. Mike Starr es mi bajista favorito de todos los tiempos. Fue la persona que me inspiró a tomar un bajo por primera vez. El músico que me enseñó que un bajista debe estar en un segundo plano pero que aún así puede hacer se oír, puede demostrar su importancia.

Hace unos meses escribí un artículo sobre “Dirt” y prometí hablar sobre mi favoritismo por Starr. Justamente estos días estuve trabajando en ello, desarrollando un escrito sobre mis bajistas favoritos, cuando la noticia me tomó por asalto. Muchos se burlaron cuando en la revista Jedbangers lo voté como mi bajista predilecto, como si fuera necesario contar con un CV humillante o haber compuesto clásicos inoxidables. Profeso admiración por Mike desde el preciso momento en que escuché “Rain When I Die” y su retorcido inicio, con una línea repleta de groove. Con el tiempo fui enganchándome cada vez más de su bajo perfil, de su habilidad para agregar las notas necesarias donde el tema las pedía, generando un acople pocas veces repetido. ¡Las palabras sobran cuando uno tiene que explicar los sentimientos que profesa hacia otra persona!

Mike, toda mi vida estuve deseándote lo mejor. Hace 18 años que te vengo extrañando. Durante todo este tiempo me hubiera gustado escucharte una vez más pero no pudo ser. Ya tendremos tiempo de zapar allá arriba. Que descanses en paz.